CAPITULO 1 - #6




Capitulo 1: De Una


#6 Feliz


                                                Dibujo de Dinoman


No se bien cómo terminé escondido ahí con toda esa gente, sólo sé que estaba corriendo junto con la multitud, escapando de esos tipos enloquecidos y ensangrentados que mordian a todos los que se les cruzaban. "Zombis" empezaron a llamarlos, y con el pasar de las horas acepté la realidad: era el fin del mundo y cada uno estaba por su propia cuenta.


Pasé al menos dos horas sentado en un rincón observando a la gente desesperada entre llantos y gritos, tratando de encontrar a sus familiares perdidos, tratando entender la situación, un caos total. En el centro de todo estaba ella. Como todos, estaba perdida en la situación, se la notaba obviamente muy preocupada pero no lloraba. Parada en el medio de todo ese tránsito humano, no movía más que sus ojos para observar. Tal vez tenía miedo, pensé.


En menos de veinte minutos comenzó a caminar y yo la seguí; no se por qué, sólo me llamaba la atención creo. Detuvo a un policia para preguntarle algo que no llegué a escuchar, siguió su camino y yo fui detrás. Habrá caminado una media hora sin detenerse más que para hablar con alguna que otra persona. Una señora le respondió de mala manera y varios la ignoraron. Sentí la necesidad de acercarme y hablarle, pero debido a mi timidez no me animé.

Ahí fue cuando aparecieron ellos: tres tipos con tatuajes caseros. Dos tenían unos dieciséis o diecisiete años, como yo, pero el otro era más grande y lideraba la banda. El mayor sacó un cuchillo y me lo apoyó sobre la panza, pinchándome un poco sin llegar a lastimarme, mientras me pedía plata entre risas. “¿En serio?” pensé, mientras trataba de no perderla de vista. -¡Dale pendejo!- me dijo, y le di sin dudar mi billetera. -¿Que mirás?- preguntó otro, a lo que el jefe dio vuelta y la vio. -¿Asi que te gustan las minas, eh? ¡Yo pensaba que eras maricón!- me dijo al momento que me agarraba con el brazo izquierdo mientras sostenía el cuchillo con la mano derecha, y me hizo seguirla junto con él. Trate de zafarme pero me pinchó otra vez, amenazándome para que le siga el juego. Los otros venían detras. Al policía lo había perdido de vista hacía rato.

De golpe escuché un grito detrás acompañado de balazos. El caos aumentaba, las personas corrían en todas direcciones. Uno de los "planchas" aprovechó y se acercó rápidamente a ella, la agarró del brazo fuerte y la llevó a un rincon oscuro. Los otros lo siguieron, y yo con ellos. Parecía que sólo yo escuchaba los gritos mientras le rasgaban la ropa y la desnudaban. Traté de agarrar el cuchillo en un arrebato pero el plancha me cortó la mano y me lo puso en la garganta, mientras me pedía que me bajara los pantalones. Amenazó con matarme luego de hacerme a mi lo que el quería que yo le hiciera a ella.

Llorando la violé mientras los otros la sostenian con fuerza. Y luego siguieron ellos.

En un momento de distracción, escapé a buscar ayuda y encontré entre un tumulto de más de veintemil personas al mismo policía de antes, que estaba tratando de calmar a un grupo de gente. Me acerqué rápidamente y lo agarré del brazo con fuerza para que me prestara atención, pero me tiró al piso por reflejo. Fue ahí que todos alrededor quedaron en silencio y se limitaron a observar qué sucedía. Nunca había visto el estadio Centenario tan silencioso salvo en los dias en que estaba vacío.

Pero ¿por qué?, se preguntaran. Era por ella. Estaba semidesnuda sosteniendose los pedazos de ropa con una mano y en la otra el chuchillo, completamente bañada en sangre. Su mirada totalmente perdida. Parecia una vírgen del infierno.

Prácticamente pude leerle la mente al policia, que movió el brazo para agarrar el arma en su cintura, pero yo ya se la había arrebatado, aprovechando su estupor, y le volé los sesos enfrente de todos. Ella me vio, y a partir de ese momento fui feliz.




Dibujo por Dinoman / Pintado por Ed!






Escrito por: Mauricio Martínez

Editado por: Fernando Benítez

Dibujos por: Dinoman